La discresión indiscreta

Por Laura Aguilar Ramírez Para Puntadas de familia
-¿Sabes guardar secretos?-le pregunta un profesor a su alumno.
-Oh, si. Claro que sí-responde el alumno, creyendo que le sería revelado algo grande.

Después de preguntar, el profesor se aleja. Benito, que así se llama el alumno, se queda intrigado.

Pasan algunos días y a medida que van pasando, la inquietud se hace más grande. Sin poder evitarlo, empieza a pensar qué podría ser lo que su maestro le revelará: "tal vez se trate de una enfermedad-piensa- tiene tiempo que lo veo desmejorado."

El maestro sigue dando clases como si nada sucediera. Benito empieza a tratar de investigar sobre si alguien ha notado algo raro en su profe.
Al hacerlo, pone cuidado en que nadie note su intención.

Se encuentra con Juanito durante el recreo. Es su mejor amigo, con él juega la mayor parte del tiempo.

-Como que el profe está medio raro, no crees?-pregunta mientras los dos toman un jugo y comen una torta
-No... yo no he notado nada raro. Tú sí

-No...pregunto sólo por preguntar. Bueno... tal vez lo he notado algo nervioso ultimamente.
-Tienes razón... ya que lo haces notar, creo que sí...ha andado medio nerviosón... Hace dos días como que se trabó mientras explicaba lo del mapa de Europa. Confundió Rusia con Rumania. El nunca se equivoca. Ha de ser que está enamorado. Como que se emociona cuando mira a la profe Virginia, te has fijado?

-¿Cómo crees? La profe Virginia tiene novio.
-Pues sí, pero y éso qué? El profe Hugo está mejor que su novio.

El timbre suena y corren a formarse para regresar a clases.

-"¿Será verdad que el profe anda coqueteando con la profe Virginia?...bueno, éso es fácil de investigar"-se dice Benito a sí mismo

Y sin que se note, comienza a seguir al maestro, procurando estar cerca, pero no tanto como para que se dé cuenta. Lo ve ir a la dirección Discretamente se asoma por la ventana fingiendo detenerse a cerrarse el sueter. Lo ve servirse una taza de café y sentarse con otro profesor.
Se aleja para no despertar sospechas.

-"Bueno...voy a ver donde anda la profe Vicky".

La maestra Virginia se encontraba en ése momento en su salón revisando exámenes.
-No..definitivamente no anda con la profe. Debe ser otra cosa.

Así, pasó una semana. El profesor parecía haberse olvidado ya.
Benito no soportaba más. Deseaba enterarse del secreto.
Decidió ser un poco más directo. Preguntaría al doctor de la escuela por la salud de su maestro.

-No. Que yo sepa no lo está-fué la respuesta del doctor.

El doctor quedó intrigado y decidió investigar. Si el maestro estaba enfermo, seguramente sería algo grave o sus alumnos no se habrían dado cuenta de nada.

Preguntarle al profesor directamente, sería tanto como entrometerse en algo que no le fué solicitado. Si el profesor hubiera querido, habría acudido a él.
Esperaría y estaría al pendiente por si observaba algo extraño.

Ahora, eran dos personas al pendiente de lo que el maestro hacía. Benito y el doctor. Cada uno por su lado intentaba descubrir de qué estaba enfermo.

Después de dos días más, sin descubrir nada nuevo, el doctor decidió preguntar a la maestra Virginia. Finalmente, era amiga del profesor.

La maestra Virginia se sorprendió grandemente. Ella no sabía nada al respecto. Aunque pensándolo bien... podría ser... el maestro tenía tiempo sin acercarse a ella. Lo notaba un poco distante, no le había dado importancia, pero dadas las circunstancias... finalmente el doctor no preguntaría si no tuviera dudas.

Le preguntaría a la novia del profe. Eran amigas y seguramente estaría enterada.

La novia del profesor se espantó grandemente. No sabía nada. Tal vez era una enfermedad tan grave que él trataba de ocultar para no preocupar a nadie. Eso era muy de él.

Le preguntaría y si como sospechaba, se negaba, lo obligaría a ir al doctor para hacerse exámenes.

Cuando confrontó a su novio, él negó estar enfermo. Preguntó qué era lo que la había hecho pensar tal cosa.

-Vino Vicky y me dijo que estabas enfermo.
-Ella no me ha visto siquiera. Hace mucho que no charlamos. ¿sabes? su nuevo novio es un poco celoso y no quiero meterla en problemas. Dile que no se preocupe, que no me sucede nada.

-Seguro? no me ocultas que algo te sucede? Parece que no es sólo ella la que está preocupada por tí.
-Quién más está preocupado?

-El doctor de la escuela donde trabajas. Parece que has estado evadiéndolo y actuando
-Ah, caray...Hablaré con él para ver qué es lo que le hace pensar tal cosa...yo me siento bien, pero si es un doctor el que cree que algo me está sucediendo, tendré que preguntarle.

Un poco preocupado, visitó al doctor escolar al día siguiente. Al cuestionarle sobre qué le hacía pensar que estaba enfermo, le contestó que un alumno, Benito le había dicho que notaba que su profesor hacía cosas raras y que tal vez estuviera enfermo.

-Benito? si es un alumno excelente y además de mi confianza...qué le haría pensar algo así? Hablaré con él.

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-Aver Benito- le dijo en cuanto lo vió entrar al salón- A la hora del recreo, quiero hablar contigo, me esperas por favor.
"Al fin.."-pensó Benito-"me va a decir el secreto."

Las horas antes del recreo, se le hicieron eternas. Cuando sonó el timbre para el recreo, se acercó al escritorio del profe, expectante

-Benito...me dicen que me has notado raro en éstos días... de qué manera lo he estado? ¿crees que no hago mi trabajo bien?
-No, profe... estoy esperando que me diga el secreto

¿Cuál secreto, Benito?
-El que me iba a contar.

-No recuerdo haberte dicho que te iba a contar un secreto
-Si, profe. El otro día, me dijo si sabía guardar un secreto, no se acuerda?

-Ah, claro... ya recuerdo. Y creiste que el secreto era que estaba enfermo?
-Pues si, profe... Juanito mi amigo me dijo que tal vez si estaba usted enfermo, porque actuaba raro.

El maestro no pudo evitar soltar una carcajada.
-Ay, Benito... ya veo qué tan bien guardas secretos. Casi media escuela se ha enterado.
-Entonces no está enfermo, profe?
-Claro que no. Me alegra que te preocupes por mí, significa que me quieres.

-Entonces cual es el secreto que quería contarme?
-Ninguno, Benito. Eso me hace dar cuenta que no pones mucha atención a la clase. Tal vez recuerdes que ése día se habó en clase de varios secretos que han sucedido a lo largo de la historia y que han sido decisivos en ella, en cómo cada uno de ellos ha afectado a la humanidad. Es por éso, que al salir de clase, te pregunté si sabías guardar secretos. Creí que entenderías.

-Chanfle, profe. Yo creí que estaba enfermo.
-No, querido. Para otra vez, me preguntas directamente. Así te dejas de hacer historias. Casi me mandan al hospital por tu causa. Jajajja

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Moraleja:
Nunca debemos dar por sentado que lo pensamos es cierto. Siempre es mejor preguntar a quien sabe la respuesta a nuestras dudas.

Ah...y si alguien nos pregunta si sabemos guardar secretos, no significa que nos va a contar uno. Tal vez simplemente no hemos puesto atención a lo que se nos ha dicho realmente.