Gallo y gallina

Un gallo y una gallina salieron un día a coger nueces. Al gallo se le quedaron
atascadas dos nueces en la garganta, así que corría el riesgo de ahogarse.

La gallina corrió hacia una fuente y dijo:
— ¡Querida fuente, dame agua! El agua es para el gallo, que se está ahogando.
La fuente contestó:
—Vete al tilo y tráeme hojas

La gallina corrió hacia el tilo y dijo:
— ¡Querido tilo, dame hojas! Las hojas se las daré a la fuente, la fuente me dará  agua y el agua se la daré al gallo, que se está ahogando.
Pero el tilo respondió:
—Ve a la doncella y tráeme una cinta.

Entonces la gallina corrió hacia la doncella y le dijo:
—Querida doncella, dame una cinta! La cinta se la daré al tilo, el tilo me dará hojas,las hojas se las daré a la fuente, la fuente me dará agua y el agua se la daré al gallo, que se está ahogando.
Pero la doncella dijo:
—Ve al zapatero y tráeme unos zapatos.

Entonces la gallina corrió hacia el zapatero y le dijo:
—Querido zapatero, dame unos zapatos! Los zapatos se los daré a la doncella, la doncella me dará una cinta, la cinta se la daré al tilo, el tilo me dará hojas, las hojas se las daré a la fuente, la fuente me dará agua y el agua se la daré al gallo, que se está ahogando.
—Ve a la puerca y tráeme unas cerdas —dijo el zapatero.

La gallina corrió hacia allí y dijo:
—Querida puerca, dame unas cerdas! Las cerdas se las daré al zapatero, el
zapatero me dará unos zapatos, los zapatos se los daré a la doncella, la doncella
me dará una cinta, la cinta se la daré al tilo, el tilo me dará hojas, las hojas se las daré a la fuente, la fuente me dará agua y el agua se la daré al gallo, que se está ahogando.
—Ve al granero y tráeme paja! -dijo la puerca.

Entonces la gallina fue allí y dijo:
—Querido granero, dame paja! La paja se la daré a la puerca, la puerca me dará
unas cerdas, las cerdas se las daré al zapatero, el zapatero me dará unos zapatos,
los zapatos se los daré a la doncella, la doncella me dará una cinta, la cinta se la
daré al tilo, el tilo me dará hojas, las hojas se las daré a la fuente, la fuente me
dará agua y el agua se la daré al gallo, que se está ahogando.
—Bueno, ahí tienes algo de paja -dijo el granero.
 
Y entonces la puerca le dio unas cerdas y el zapatero le dio unos zapatos y la
doncella le dio una cinta y el tilo le dio hojas y la fuente le dio agua.

Cuando la gallina llegó donde estaba el gallo, éste estaba como si nada. Sucede que pasó una pata cargando un balde de agua. Al ver al gallo casi muerto, le dió una poco y con ello, le salvó la vida.

La gallina pensó que sus esfuerzos habían sido inútiles, pensó que su gallo podría haber muerto mientras ella conseguía agua y se entristeció mucho. Pero la pata le dijo que sus esfuerzos no habían sido inútiles, que la manera de actuar de Dios es muy distinta a la nuestra.

Dios al ver el gran amor de la gallina por el gallo, decidió poner en el camino de éste a la solícita pata.